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soy una persona tenaz, luchadora, de carácter muy tranquilo, pero por encima de eso soy una persona con mis virtudes y mis defectos.

sábado, 29 de marzo de 2008

Más prensa

Garnica sueña con el maratón de la Paralimpiada de Pekín

El atleta cordobés ha logrado la mínima para la cita asiática pero, aunque podría aspirar al oro, aún depende de la convocatoria del COE

Rosa Gema García
deportes@lacalledecordoba.com

Manuel Garnica es un deportista de nacimiento. De niño optó por jugar al balonmano hasta que una enfermedad degenerativa en la vista hizo que el balón se
le quedara pequeño. El siguiente escalón fue el baloncesto, pero la pelota naranja también dejó se ser grande para él. A partir de ahí comenzó los estudios
de Fisioterapia, que le ayudaron a no estropearse más, y a correr, porque “era lo único que podía seguir haciendo por mí mismo”.

Además de dedicarse a competir, Garnica también trabaja en una residencia para discapacitados a los que demuestra que con afán de superación cualquier barrera
llega a ser salvable. Incluso añade que “las nuevas tecnologías nos mejoran la vida, aunque todavía hay barreras que nos cuestan superar, como las arquitectónicas
o las laborales, en las que no apuestan por nosotros de verdad”.

Los atletas defienden desde que empiezan a competir que no tienen más rivales que ellos mismos y sus circunstancias. La satisfacción personal pasa por pulverizar
los registros propios, pero a ninguno le amarga un dulce. A Manuel Garnica le pasa eso. Siempre que se ata los cordones de sus zapatillas empieza a correr
con la idea de hacerlo mejor que el día anterior.

Y su caso, si cabe, tiene un mérito especial. Su condición de paralímpico le ha puesto algún que otro obstáculo en la vida, pero los ha superado con suficiencia.
Tal vez, eso es lo que le estimula para hacerlo mejor que la última vez.

Mínima parlímpica

Sumando esos condicionantes, no es de extrañar que este atleta cordobés pueda figurar en la lista de la selección española que viaje a los Juegos de Pekín.
Por lo pronto, ha conseguido la mínima de la clase A para estar en la cita asiática vistiendo la camiseta roja que le acredita como internacional español.

Para conseguirlo, Garnica se vio obligado a volar en los 42 kilómetros y medio de la Maratón de Sevilla. El fondista cordobés cubrió la distancia en 2.39.31.
Es decir, rebajó en 19 segundos la mínima exigida por la Federación Española. Ahora se ha colocado en la lista de espera, puesto que hasta el 22 de junio
no se ofrecerá el listado definitivo de atletas, ya que depende de las marcas mínimas que se registren hasta esa fecha. Él estima que “no debe haber problemas,
pero...”.

Garnica afirma que “es una oportunidad muy bonita para un deportista”, aunque recuerda que las cosas no siempre le han ido todo lo bien que le gustaría.
Y es que en 2004 una lesión en el pie le privó de viajar a Atenas. El cordobés cree que “la medalla de oro es posible, puesto que en 2004 se repartieron
el podium con el tiempo que yo tenía entonces: 2.45.50”.

A sus 29 años todavía tiene margen de mejora, y mientras que llega el momento de ir a Pekín, Garnica seguirá con sus entrenamientos. “Lo más importante
en estos momentos es coger velocidad, pero como vengo del 10.000 en eso tengo algún tipo de ventaja. Esperaremos al mes de junio a ver lo que pasa”.

Incluso, Garnica está pendiente de una revisión para saber en qué categoría competirá en el futuro. Actualmente corre en T12, pero de confirmarse los peores
augurios debería ir a Pekín en T11. Es decir, competir acompañado por un guía y con un antifaz. Con todo, advierte que “estamos en el buen camino y ahí
sería hasta más fácil poder entrar en la pelea por las medallas”.

Con estos condicionantes, su concurso en la Paralimpiada de Pekín puede suponer una gran alegría para el deporte local, que sigue con su particular condena
de esperar a que salgan atletas de generación espontánea. Desde luego, Manuel Garnica ha demostrado que puede ser uno más de ese selecto club.

Guías a los que seguir
Con Manuel Guernica se ha comprobado al mismo tiempo que nada es casualidad y que todo es posible. Él ha tomado el relevo de Domingo García, que fue el
primer cordobés que hizo un desfile paralímpico. El ex levantador se muestra orgulloso de ver cómo se ha abierto un camino muy interesante. Pero pasa como
en todo en esta ciudad: creérselo. Tras varios años en los que el deporte para discapacitados ha estado abandonado en algunos aspectos, parece que la ONCE
de Córdoba quiere recuperar el tiempo perdido y se suele decir que nunca es tarde. Por ejemplo, se ha creado un equipo de fútbol sala. Por ahí se empieza.

Evidentemente, no todos los que practican deporte están llamados para la elite, pero la presencia de espejos en los que mirarse siempre ayuda. Garnica y
García son dos guías en las que hay que mirarse y también admirarlos.

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